Cuatro ojos ven más que dos. Eso es lo que ha debido pensar GlaxoSmithKline, el gigante farmacéutico británico, que ha decidido abrir al público los diseños de 13,500 compuestos químicos que podrían inhibir la malaria, con la finalidad de que la gente interesada colabore con los científicos en el desarrollo de algo que pueda controlar esta enfermedad. La malaria (o paludismo) es ocasionado por parásitos del género Plasmodium, transmitidos a través de picaduras de mosquitos. Es sin duda uno de los mayores problemas sanitarios del planetas, con 210 millones de casos anualmente.
Para reflexionar me ha quedado una frase:
“Otros investigadores podrían ver en estas estructuras una forma diferente, y ver algo que nosotros no”, mencionó Nick Cammack, jefe del Área de Desarrollo de Medicinas de Glaxo en España.
A pesar de ser una empresa no siempre exenta de polémica, debo decir que las intenciones del proyecto actual me parecen muy interesantes, sin duda un paso abierto en dirección a la «open health», uno de los caminos más inexplorados, virgenes y fascinantes dentro de la salud del futuro.
Glaxo ha dejado claro que no busca patentes por cualquier invento contra la malaria que provenga de sus compuestos, y confía que los otros investigadores también donen su propiedad intelectual, lo cual desde mi punto de vista es totalmente lógico. Eso sí, si los compuestos de Glaxo se emplean para el desarrollo de tratamientos para otras patologías, la compañía estudiaría si aplican las cuestiones de propiedad intelectual.
Qué pensais de este tipo de políticas ? Creeis que si el «experimento» de Glaxo tiene éxito, quizá la industria farmacéutica podría empezar a plantearse una nueva ruta colaborativa en el desarrollo de medicinas para ciertas enfermedades o proyectos ?